Bajo la conducción de Sam Fell y Chris Butler y con la cámara de Tristan Oliver esta cinta que ofrece imágenes brillantes, al mismo tiempo que tiene tonos oscuros y con personajes extremadamente bizarros, es una película para toda la familia y un homenaje al mejor cine de zombies.
Cuenta la historia del pequeño Norman, quien tiene la rara habilidad de ver y hablar con los muertos, el problema es que los habitantes del lugar donde vive lo miran como un chico extraño y muy impopular. Sin embargo, esa"cualidad" lo ayudará junto con sus amigos, su hermana y el novio de su hermana para salvarlos de una maldición que provoca que los muertos salgan de sus tumbas. ¿Podrá un chico como él convertirse en héroe?
Según el equipo de producción, se utilizaron maquetas y muñecos para recrear los escenarios de esta historia dentro de un trabajo muy laborioso y muy metódico en el que la principal virtud fue la paciencia y el trabajo en quipo.
"Tenemos una película bien construida. No rodamos en tres escenarios y con unos cuantos personajes, sino que tratamos de darle coherencia.
Si íbamos a mostrar un pueblo, pues había que moldear uno y eso hicimos", dijo en una entrevista Chris Butler Creadores de Coraline, su primer trabajo dentro de la técnica de animación de "stop motion" que consiguió recaudar 75 millones de dólares en Estados Unidos, ahora ofrecen una cinta con una sofisticada técnica digital y en tres dimensiones, recreando miles de componentes faciales para darle mayor credibilidad a los personajes. "Creo que 'Paranorman' es el ejemplo perfecto de que ya no debe haber miedo a buscar experimentar con el 'stop motion'.
Y a veces son justamente esas limitaciones lo que le dan su encanto particular", puntualizó el cineasta
Ahora es cuestión de que tengan éxito, aprovechando la calma que se vive en taquilla después del paso atronador de la última entrega de Batman.
Con suerte, unas cuantas familias aprovecharán las fechas veraniegas para ir a ver una de zombies.
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